Dentro de las organizaciones siempre
prevalecerá buscar la satisfacción del cliente, entorno a que estos sigan
siendo pilares en el desarrollo de acuerdo al impacto que esta conlleve al
interactuar con los clientes/usuarios, así ha de ser de gran importancia tener
un control en la realización de los productos o/y prestación del algún
servicio.
El control es uno de los cuatro fundamentos
más importantes dentro de la administración. Como dice Chiavenato: El control es una función
administrativa: es la fase del proceso administrativo que mide y evalúa el
desempeño y toma la acción correctiva cuando se necesita. De este modo, el
control es un proceso esencialmente regulador. O en otro caso: controlar es mantener
vigilancia de los procesos impuestos desde un principio, que se estén llevando
a cabo de manera correcta, para así, si llegar a tener algún error, comunicarlo
y buscar una mejora que conlleve a mejorar la eficacia de la organización a la
hora de la ejecución de lo expuesto. Así pues, dentro de las organizaciones
coste esta fase administrativa como de gran relevancia para un mejor futuro a
través de la perspectiva que tenga la sociedad sobre ellas, queriendo ganar una
fama alentadora que contenga mejores resultados en el día a día, esto, hablando
de los indicadores de gestión que contiene la organización.
A la hora de la realización de los productos y/o
prestación del servicio se debe mantener una agenda para la ejecución de esto,
dónde podremos hacerlo de esta forma:
·
De primera
instancia, se debe llevar a cabo un proceso de supervisión de las actividades realizadas.
·
De segunda
instancia, deben existir estándares o patrones establecidos para determinar
posibles desviaciones de los resultados.
·
De tercera
instancia, el control permite la corrección de errores, de posibles
desviaciones en los resultados o en las actividades realizadas.
·
Y en último lugar,
a través del proceso de control se debe planificar las actividades y objetivos
a realizar, después de haber hecho las correcciones necesarias.
Por medio de lo
anterior, podemos decir que el control organizacional es la función que permite
la supervisión y comparación de los resultados obtenidos contra los resultados
esperados originalmente, asegurando además que la acción dirigida se esté
llevando a cabo de acuerdo con los planes de la organización y dentro de los límites de
la estructura organizacional.
El control tiene consentimiento en evaluar y
corregir el desempeño de las actividades de los empleados para asegurar que los
objetivos y planes de la organización se están llevando a cabo de forma
adecuada. De aquí puede deducirse la gran importancia que tiene el control,
pues es solo a través de esta función que lograremos precisar si lo realizado
se ajusta a lo planeado y en caso de existir desviaciones, identificar los
responsables y corregir dichos errores.
Sin embargo, es conveniente recordar que no debe
existir solo el control a posterioridad, sino que, al igual que el
planteamiento, debe ser, por lo menos en parte, una labor de previsión. En este
caso se puede estudiar el pasado para determinar lo que ha ocurrido y porque
los estándares no han sido alcanzados; de esta manera se puede adoptar las
medidas necesarias para que en el futuro no se cometan los errores del pasado. Además siendo el
control la última de las funciones del proceso administrativo, esta cierra el
ciclo del sistema al proveer retroalimentación respecto a
desviaciones significativas contra el desempeño planeado. La retroalimentación
de información pertinente a partir de
la función de control puede afectar el proceso de planeación.
En conclusión la fase de
control de procesos en una organización fundamenta una potencialización en lo
que se va a imponer de acuerdo a lo planeado por medio de los objetivos
trazados, en búsqueda de la eficacia, eficiencia y hasta pues, llegar a obtener una efectividad, que promueva
dentro de la sociedad y las partes interesadas en general, un enfoque hacía
esta organización que caracterice su campo como el mejor de todos, obteniendo
así mayores y mejores resultados financieros, administrativos y de indicadores
de gestión.
De mi autoría. Leonardo Martínez Pineda.
LM.
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