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Alguna vez me preguntaron: “¿Leo, tú estudias en la Universidad del Atlántico?”, yo le respondí: “No, ¿por qué?”, me hacen una contra pregunta: “Pero… y entonces por qué defiendes tanto la Universidad del Atlántico?”. Me pareció muy curiosa e impecable para resaltar todo lo que argumento en defensa de la Educación Pública. Al responder le expuse simplificadamente lo relevante que es dentro de los contextos de movilización social la educación superior pública para las personas de clases bajas, así como lo que contiene dentro del ser, la preparación de competencias que nos servirán en la vida personal y laboral.

Y en los días siguientes me siguió pasando por la mente esto… Del porqué con tanta tajante defiendo la educación superior pública. La situación pasó a mis reflexiones y ejecuciones dentro de mi vida, dónde más tarde me dicen que tengo que pagar $ 3 millones como simple opción de grado tesista de mi pregrado en una universidad privada en la ciudad, para luego de presentarla ante los jueces y estudiantes pagar un SMLV como derecho a grado. Me pareció demasiada carga emocional para mis bolsillos, y los de mi papá por ayudarme económicamente en esto. Y también el tremendo negociazo que hay detrás de la educación privada. 

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Soy una persona de clase media baja, de una familia de 5 personas y que de esos 5, estudiamos en universidad 3, y que trabajamos según se ha acomodado los horarios y si en caso, las empresas permiten por la no experiencia y tiempo, y dónde el poder adquisitivo no es alto para tantas necesidades diarias que conversa la vida, como es la necesidad de querer graduarse del pregrado soñado. Les pregunto: ¿saben que es pagar casi $ 4 millones por graduarse en menos de 3 meses, después de haber pagado todos los semestres una millonada y con las situaciones internas expresadas en el párrafo?

Cuando salí del colegio lo primero que hice fue inscribirme en la Universidad del Atlántico en busca de una oportunidad para estudiar ahí, lastimosamente no quedé. Por eso defiendo la universidad superior pública, para que haya muchísimo más oportunidad para los estudiantes y que no está demás decirlo: ¡que sea de calidad! Las situaciones son totalmente diferentes para muchos, pero en el caso de la gente que no cuenta con un poder adquisitivo intermedio, al menos: ¿qué será de ellos si desean y sueñan entrar a una universidad?

Dicho y hecho por los más expertos, la fórmula más efectiva para la movilización social es la educación globalizada y de calidad, y que más que la pública, dónde nos encontramos en una brecha tan grande en la diferenciación entre las personas que tienen más dinero en nuestro país contra el resto. Debiese ser una prioridad establecer y desarrollar más universidades públicas, y que tengan mucho énfasis en el emprendimiento, cultura e investigación, así, dándole más y más desarrollo al país en los contextos macroeconómicos y microeconómicos en competencia. 

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La ejemplización que le tomo mucha transcendencia es la de los países nórdicos, que priorizaron la educación como fórmula para desarrollar todos sus sectores económicos de una forma efectiva, así como para mejorar y profundizar una calidad de vida demasiado buena en todos los contextos. Es así, de esa forma que un país se potencia, con una educación superior pública como base de su transformación en todos sus aparatos reproductivos.

No está demás también regalarle la gran importancia del saber elegir a las personas que nos representarán dentro de los entes públicos y como último, respirar como personas criticas y objetivos en la moralidad de lo que expresamos a llevarlo a diario. 

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