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Un caso de ética ha sacudido todos los medios de Colombia. Algo muy común dentro de los actores públicos de nuestro país y que han tratado de tapar por mucho y hasta el presente la vicepresidenta Martha Lucía Ramírez: la falta de ética. La corrupción está al asecho en todos los entes públicos… pero en el caso a continuación pasó a tener otra vibra totalmente reprochable.

La semana pasada se conoció un caso de una familia del municipio de Buenaventura, en el pacífico colombiano, dónde una mujer de apellido Ambuila fue puesta a disposición de la Fiscalia (otro ente salpicado grandemente de corrupción) estuvo posteando dentro de sus redes sociales lujosos carros de su propiedad, así como asistencia a los eventos más relevantes del mundo y sus grandísimas comodidades dónde residía y lo que vestía.

Esta mujer de color de piel morena reside en Miami, graduada de Finanzas en Universidad de Miami y actualmente realizando Mg. En la Harvard. Su padre, un señor quién es trabajador de control de carga de la DIAN de Buenaventura, y que su devengado mensual es de $ 6 millones, y en su residencia en Cali vive de lo más top.

El caso es que el papá con sus compinches dejaba pasar mercancía sin declarar los impuestos del puerto de Buenaventura y recibía altas sumas de dinero acorde de esto. Se habla de hasta más de USD $ 500 mil que ha desviado este señor para sus intereses, aparte de sus compinches del ente de la DIAN Buenaventura.

Es lamentable esto; la corrupción en su máximo apogeo… Pero de aquí pasamos a algo también demasiado lamentable: el racismo.




Como había indicado: la mujer es de color de piel morena, así como toda su familia, y que este hecho es igual de parecido al de Alejandro Lyons (robándose las regalías de Córdoba), los Mussa Besaile (cartel de la toga), o uno lejano: Grupo Nule, todos blanquitos clase alta. Lo curioso del caso es que una gran parte de los colombianos que quisieron rechazar o criticar este hecho marcaron relevancia en sus comentarios por el hecho de que Jennifer fuera “negra”, desviando el contexto de razón de ser, dónde mostraron y se jactaron de querer mostrar una inferioridad de las personas de color de piel morena.


En muchos comentarios denotaba mucho odio hacía las personas de color de piel morena, en vez de mostrar su inconformismo por la corrupción. Hubo comentarios como del qué: “un negro no puede tener tanto…” “eso le pasa por negra”, que generaron mucha tristeza en mí por la forma en que basan sus ideas en su mayoría los colombianos.

¿Acaso una persona de color de piel morena no puede ser millonaria? ¿Seguimos razonando medievalmente? -Siendo un caso aislado a este

Y es que pasamos de Lamborghini a racismo… Algo totalmente estúpido y que no estipula alguna argumentación más valida de que esas personas solo tienen dentro de su razonamiento mucho aserrín y nada de sentido crítico.

El rechazo ante ello debe ser tajante ante estos casos y no pasar a contener y crear sarcasmos ante esto; pues crea y desarrolla odio dentro de la misma sociedad.

A cómo de lugar la corrupción, racismo, fanatismo y radicalismo son los cuatro aspectos que más cobran transcendencia en nuestro país para erradicar y desarrollar más la ética, la inclusión como sociedad única y el sentido crítico común. 










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