La invisibilidad de los estatutos de la certificación ISO en la ejecución de procesos.
Muchas veces han notado en organizaciones de todos los sectores económicos, sea privado, público, o hasta del sector solidario, contar con certificados de las «Normas ISO 9001», algo que ocasiona epistemológicamente pensamientos a deducir que cierta compañía cuenta con un certificado que lo relaciona a tener una calidad en todo lo que desarrolla, así, pues, ganando y llamando la atención de muchos a convertirse en próximos clientes de ellas.
Muchas veces han notado en organizaciones de todos los sectores económicos, sea privado, público, o hasta del sector solidario, contar con certificados de las «Normas ISO 9001», algo que ocasiona epistemológicamente pensamientos a deducir que cierta compañía cuenta con un certificado que lo relaciona a tener una calidad en todo lo que desarrolla, así, pues, ganando y llamando la atención de muchos a convertirse en próximos clientes de ellas.
A través de esto, damos
ejemplo que nosotros (las personas) como naturalmente somos, recurrimos a lo
que siempre es lo más seguro, de hecho, hasta en la más mínima actividad que
realizamos en el día a día de nuestras vidas. Viéndolo desde el punto de vista
comercial, solemos escoger una compañía para el gusto y ocasión de esa vez por
lo que difiere externamente esa cierta organización, que infiere desde un
principio en relación a lo experimental, es decir; a lo que tal vez tendremos
como resultado obtener un producto o servicio de esta.
Entonces, por medio de estas
Normas, que son de carácter internacional confiamos a ciegas de cierta manera nuestro destino a implicar en ella, pues se concluye que fue dada por la clase
y calidad que contiene lo que implica el ser de esa organización.
Pero, y, ¿qué significado tienen estas normas en el contexto organizacional? Las Normas ISO 9001 son normas internacionales
desarrolladas por ente grupal de clase «mundial», que busca radicalmente
fortalecer los procesos que se lleven a cabo dentro de las organizaciones, con
objetivos finales de lograr captar en muy alto porcentaje la máxima
satisfacción final del cliente.
ISO 9001 es una norma de
sistemas de gestión de la calidad (SGC) reconocida internacionalmente. La norma
ISO 9001 es un referente mundial en SGC, superando el millón de certificados en
todo el mundo.
La norma ISO 9001 es aplicable
a cualquier organización – independientemente de su tamaño y ubicación
geográfica. Una de las principales fortalezas de la norma ISO 9001 es su gran
atractivo para todo tipo de organizaciones. Al centrarse en los procesos y en
la satisfacción del cliente en lugar de en procedimientos, es igualmente
aplicable tanto a proveedores de servicios como a fabricantes.
Los sectores internacionales
siguen centrando sus esfuerzos en la calidad, con SGC específicos derivados de
la norma ISO 9001, aplicables a los sectores de la automoción, aeroespacial,
defensa y medicina.
La norma ISO 9001 de sistemas
de gestión de la calidad proporciona la infraestructura, procedimientos,
procesos y recursos necesarios para ayudar a las organizaciones a controlar y
mejorar su rendimiento y conducirles hacia la eficiencia, servicio al cliente y
excelencia en el producto.
ACTUALIDAD EXPERIMENTAL
Dentro de mi experiencia
vivida en muchas organizaciones que cuentan con estas certificaciones,
lamentablemente he concluido que no merecen tener una certificación de esta
clase. Los procesos en su mayoría no son estandarizados. Detalles pequeños, que
se convierten hasta en corto plazo de carácter importante, y que le dan caso omiso,
y de esta forma se transforma en una organización sin preservación de la
calidad existente a través de las Normas ISO 9001, que, cuenta con un gran
valor político e institucional, y a la vez: en captura de nuevos clientes, en
todo lo que conlleve al crecimiento organizacional.
Pero, ¿por qué?
Vemos que las organizaciones dejan desapercibido esto hasta que vuelve los días previos a la auditoria, concentrandose en una brecha muy alta en los resultados comerciales, que deja a un lado prestar un servicio de calidad para sus clientes. Con esto, damos una conclusión del porqué el colombiano promedio no es fiel comercialmente a una organización, pues, no procesa de manera eficiente y adecuada lo que requiere el cliente.
La rigurosidad se debería
ampliar dentro de las auditorias que se ejecutan en la evaluación de que, si
está acta, o no. De por sí, se puede deducir que estas auditorías están mal
realizadas, ¿o amañadas? ¡No lo sé! A pesar de ello, se transforma en un grave
problema sostener organizaciones que cuentan solo con esto en un documento y no
en lo que verdaderamente realizan en medio de los procesos que se llevan a cabo
en busca de una mejor experiencia del cliente.
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